¿Está Tu Nombre en el Libro de Dios?

Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. (Lucas 10: 17-20).

Siendo este el último día del año, me gustaría hacer algo un poco diferente. Analizaremos el pasaje y al mismo tiempo reflexionaremos sobre nuestro pasado y futuro. Al final encontrarás un video y una pregunta importante. ¡Que el Señor te bendiga grandemente en el 2013!

Volvieron los setenta asombrados de ser obedecidos por Satanás. El Señor no estaba tratando de destruir su alegría, pero quería que se dieran cuenta de que esas señales y maravillas tenían significado sólo a la luz de su nueva vida en Cristo. Muchas religiones cristianas en la actualidad centran su atención en milagros y señales que muchas veces no tienen nada que ver con Cristo. Quieren ser importantes, el centro de atención, quieren ser diferentes, y lo son, pero…

Nuestro Señor no se deja impresionar por las apariencias externas, porque Él mira el corazón. Él quiere que nos regocijamos por la razón correcta: que nuestros nombres están escritos en el cielo.

¿Está tu nombre escrito con tinta indeleble en el cielo? Sea cual sea tu nombre, ¿está ya escrito en el libro de la vida? Alégrate si lo está, ¡pero tiembla si no!

Si este último día de 2012, fuera todo lo que te queda aquí en la tierra, ¿cómo sería tu vida eterna? ¿Pasarías la eternidad en la presencia gloriosa de Cristo y el Padre? ¿O pasarías tu vida eterna en el infierno?

Tú necesitas entender que nuestro pecado nos ha separado de Dios, que necesitamos reconciliarnos con El antes de morir, porque ¡después ya será demasiado tarde!

Tienes que verte a ti mismo  (si no lo has hecho ya) como lo que eres – enemigo de Dios – pero no sólo un enemigo, un enemigo que también es amado.

Dios envió a su Hijo para que muriera en la cruz y sacrificara su vida para pagar nuestra deuda. Nuestros pecados fueron la causa de la muerte de Cristo. Dios quería que estuviéramos con Él para siempre y no había otra manera.

Lo unico que tienes que hacer despues de arrepentirte es confiar.

Confía en lo que Jesús hizo en la cruz por ti. Confía en que Dios aceptó el sacrificio de Jesús por ti de acuerdo a las Escrituras. Confía en que Él te ama y quiere que pases la eternidad a su lado. Confía en lo que Dios ha dicho acerca de sí mismo en la Biblia. El Señor te llama a arrepentirte de tus pecados, pedirle perdon confiando en Jesucristo y ser salvo.

Entonces te regocijarás con los que han puesto su confianza en Jesús y saben, sin lugar a dudas que sus nombres están escritos en el cielo. ¡Qué alegría, qué paz da saber que si morimos hoy, estaremos en la presencia de nuestro Dios!

Si todavía no has confiado en Cristo como tu Salvador, si no estás  100% seguro de que tu nombre está escrito en ese libro, por favor, no esperes más y reconcíliate  hoy con El. Mañana podría ser el primer día de la mejor parte de tu vida.

2012 tuvo momentos grandiosos. Tal vez tu vida fue perfecta materialmente hablando en 2012, pero ¿qué es todo eso a la luz de la eternidad? Si después de haber vivido a plenitud aquí, tu vida continuara en un estado eterno de desesperación, remordimiento, dolor y sufrimiento, tu vida habrá significado nada para ti…

«Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?» (Marcos 8: 36)

Deseando Ser Como Cristo

No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante;  y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad. (Lucas 10: 4-12)

Hemos aprendido que es bueno pedir al Señor que envié obreros a  predicar el Evangelio, entendiendo que si el Señor nos llama a nosotros, debemos ser los primeros en responder a esta necesidad; que el Señor quiere que dependamos sólo de El para nuestra seguridad y necesidades;  y que tenemos que ser precavidos con los incrédulos agresivos, pero ¿cómo deberíamos actuar hacia ellos?

«Sed prudentes como serpientes.” ¿Has visto a algún cristiano explicar el Evangelio a alguien que ni siquiera está prestándole atención? Yo sí, y es interesante cómo en nuestro afán por salvar a otros, ¡podemos ser tan despistados!  El Señor nos dice: «Sean sabios, actúen con inteligencia, sepan cuando hay que hablar y cuando es bueno permanecer callados y esperar, como la serpiente, el momento más oportuno.

«Sed sencillos como palomas.» Si has estado en un lugar lleno de palomas, como una plaza, sabrás que estas pacíficas aves nunca se imponen a nadie, y si alguien corre hacia ellas simplemente se van. Jesús tenía la misma actitud inofensiva. Cada vez que alguien no aceptaba su mensaje, El simplemente seguía su camino y nos aconseja hacer lo mismo: cuando alguien no reciba nuestro mensaje acerca de Cristo, como sencillas palomas, deberíamos seguir nuestro camino.

Finalmente, Jesús les dijo a sus discípulos que se adaptaran a las personas y circunstancias; que fueran amables en su saludo; que permanecieran donde los recibieran y comieran lo que  se les ofreciera. «No vayan de casa en casa», dijo el Señor, tratando de hacerles comprender que debían adaptarse, y no tratar de hacer las cosas a su manera.

Ser humildes, obedientes, dispuestos, sabios, sencillos, adaptables, sin pretensiones y dependientes de Jesús es nuestra meta. Y aunque no podemos ser así de perfectos, siempre existe el recurso de la oración y la resolución del corazón a ser conformados a lo que Cristo requiere de nosotros.

Practica para Hoy

Pediré a Jesús que me haga más semejante a El cada vez.

“En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.” (Salmos 17: 15)

Andando Entre Lobos

«Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.”  (Lucas 10: 3)

El Reino de Dios es un reino para valientes. Es un reino para hombres y mujeres de valor. No es un reino para los cobardes, porque cuando los seguidores de Jesús realmente quieren honrar a su rey, se encontrarán seguramente con el peligro. Cuando Jesús advirtió a sus discípulos que Él los enviaba como ovejas en medio de lobos, Él no estaba hablando por hablar, Él sabía lo mortal que puede ser para un cordero el ser atacado por un lobo.

Puede que nunca hayamos tenido un encuentro con un no creyente agresivo en el pasado, pero si vamos a servir realmente al Señor y salvar a los perdidos, lo tendremos. ¿Qué tan peligroso, desalentador o amenazante puede ser tal encuentro? El Señor lo ejemplifica perfectamente – tan peligroso como cuando un cordero encuentra a un lobo. Tú podrías preguntar a gente tan valiente como los predicadores Paul Washer o Ray Comfort y ellos le dirán cómo se siente  ¡estar en medio de lobos!

No estoy tratando de asustarte, lo que deseo es  ayudarte a ver lo que el Señor estaba pensando cuando nos advirtió acerca de los lobos. Para ello te invito a ver un video que encontré. Contrario a lo que la gente piensa, los seguidores de Jesús no deben ser personas que no tienen carácter o valor por ser gente pacífica. El Señor era manso pero también era un hombre de carácter y convicción. Él era muy valiente porque a pesar de saber cuánto sufriría, estaba decidido a ser sacrificado por nosotros.

Nuestro Rey es fuerte, valiente y poderosísimo, y me alegro de que Él sea así, porque por su fuerza y ​​en su nombre puedo ser capaz de vencer también.

Este video es muy impresionante. ¡Mira cuántas ovejas resultaron heridas por un solo lobo! Y piensa en la advertencia de Jesús. Es un territorio peligroso, pero Él estará contigo.

Practica para Hoy

Le pediré a mi Señor que me ayude a ser valiente y decidido al hablar de Él a los demás bajo cualquier situación.

«He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas. «(Mateo 10:16) 

El ataque de un lobo!

Sufriendo Por Causa de Cristo

Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. (Lucas 9: 57-62)

Tres hombres hablaron con Cristo en el camino. La respuesta de Jesús nos enseña que si lo seguimos, probablemente no encontraremos la vida fácil que estamos buscando. Algunos de nosotros estamos dispuestos a seguir a Cristo; queremos pasar nuestra vida con Él, en su presencia, y a su servicio. Al igual que el primer hombre que le decimos: «Te seguiré a dondequiera que vayas.» Cristo nos responde: «No te puedo ofrecer comodidades, sino dificultades. Seguirme requerirá que camines en un camino estrecho, no en uno ancho”.

El Señor le dijo al segundo hombre: «Sígueme.» El hombre respondió: «Te seguiré pero… dejame que entierre primero a mi padre.» Podríamos pensar que esto es una buena razón para no seguir a Cristo, pero no lo es. El Señor le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tu predica el Evangelio.»  Él no estaba recomendando a este joven dejar de amar a su padre. Más bien le decía: «Si vas a seguirme, yo debo ser la persona más importante en tu vida, y todo lo demás, incluyéndote tú, debe estar en segundo lugar, de lo contrario no puedes ser mi discípulo.» (Lucas 14:26)

Un tercer hombre se acercó a Jesús diciendo: «Te seguiré, pero… déjame primero despedirme de mis padres» Esta no fue la primera vez que alguien en la Biblia pidió permiso para despedirse de su familia, Eliseo lo había hecho antes, cuando fue llamado al sacerdocio por Elías. (Hizo una fiesta de despedida y luego siguió a Elías). La respuesta de Jesús debe haber sorprendido a este hombre, «Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.» En otras palabras, «Tu ya eres mi seguidor. No pienses todavía en lo que has dejado,  de lo contrario no me serás de mucha utilidad en mi reino”

El cristianismo no es un camino fácil. Si tú eres un cristiano estarás de acuerdo conmigo en que muchas veces tendrás que perdonar a los que te dañaron, orar por los que te aborrecen, y esperar en el Señor, cuando no entiendes cuáles son sus planes. Estamos en una misión: predicar el Evangelio a todos aquellos dispuestos a escucharlo, y rescatarlos del infierno a cualquier precio. Como el salmón, estamos en una carrera contra la corriente, pero vale la pena. Si queremos ser útiles para Cristo, no debemos permitir que nada ni nadie nos impida seguirle.

Practica para Hoy

Como un soldado en una misión de rescate, no permitiré que nada se interponga entre mí y mi meta: honrar a Dios con mi vida, y rescatar a otros del infierno hablándoles del Salvador.

“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.” (2 Timoteo 2: 3-4).

Una Carta de Amor Para los No Creyentes

Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. (Lucas 9: 51-56)

Cuando llegó el momento de que Jesús muriera en la cruz, envió mensajeros a preparar un lugar para Él en una aldea de los samaritanos, pero ellos le rechazaron. Santiago y Juan se sintieron ofendidos, porque esta gente despreciaba al Señor, y ¡querían quemarlos vivos! El Señor los reprendió, diciendoles que ellos estaban confundidos acerca de su misión como sus seguidores y acerca del propósito de Jesús: Él no vino para perder las almas de la gente, matándolos. Él vino para salvarlos de la condenación eterna.

Casi podemos sentir la indignación de Jesús en su reproche a Jacobo y a Juan. Jesús había compartido con ellos su propósito para la humanidad tantas veces, y ahora ellos estaban tratando de destruir a la misma gente que Jesús vino a salvar.

Pudiera parecernos incomprensible, pero Jesús no estaba enojado con la gente que lo rechazó, los amaba. Los incrédulos muchas veces inician una guerra en contra de Jesús, pensando que porque Él sabe acerca de sus pecados, debe odiarlos. ¡Todo lo contrario! Una persona puede rechazar a Jesús un millón de veces y el Señor aún le amará, aceptara y perdonara si se humilla y pide perdón.

Mientras los discípulos estaban tratando de hacer el trabajo del diablo matando a la gente antes de que pudieran creer en el Salvador, Jesús fue claro en su propósito.

Si tú eres un no creyente y odias a Jesús y todo lo relacionado con el cristianismo, tú necesitas saber que Jesús te ama con un amor inamovible y eterno. Él no es tu enemigo, Satanás lo es. Jesús quiere cambiar tu vida para mejorarla, salvar tu alma, y darte vida eterna en el cielo. Tú pudieras negarlo todo acerca de Él, pero no puedes negar su gran amor por ti.

Practica para Hoy

Voy a mostrar amor y aceptación a los no creyentes de la misma manera que Jesús, mi Maestro lo hace.

“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Lucas 19:10)

Una Vez Cristiano, Para Siempre Cristiano

Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. (Lucas 9: 49-50)

¿Estaba el Señor aprobando todas las religiones que se autonombran cristianas? No lo creo. Si nosotros somos lo suficientemente inteligentes como para ver claramente que no cualquiera que se dice «cristiano» es en realidad un verdadero cristiano, ¿cuánto más Jesús, que ve los corazones de los hombres? El Señor estaba enseñando a sus apóstoles y a nosotros algunas verdades sobre el verdadero cristianismo:

• Un hombre estaba echando fuera demonios en el nombre de Jesús

Para que una persona pueda hacer milagros, debe poseer poder u obtenerlo de una fuente superior. Este hombre estaba haciendo milagros en el nombre de Jesús, evidentemente porque creía que Jesús era Dios y el Mesías, y Dios recompensó su fe echando fuera los demonios.

• Este hombre puso su fe únicamente en Jesús

Él no estaba echando fuera demonios en el nombre de otros dioses y Jesús. Si hubiera tratado de mezclar a Jesús con alguien más para hacer un milagro, Dios nunca lo había ayudado. Dios no comparte su gloria con nadie.

• Este hombre demostró que Jesús era verdadero, y ya nunca pondría su fe en otra persona

Una vez que alguien pone su fe en Jesús, algunas cosas milagrosas comienzan a suceder, porque el Señor responderá a sus oraciones. Cuando dicha persona se da cuenta de que Jesús responde sus oraciones, confiará más y más en El.

Es imposible que un verdadero cristiano experimente la realidad de Jesucristo en su vida y luego lo abandone para emigrar a otra religión. ¿Conoces a alguien que dice haber sido cristiano, pero ahora profesa otra religión? Esa persona no confiaba solamente en Jesús para su salvación. Él nunca fue salvo, y evidentemente no vio que pasara nada milagroso en su vida. Los verdaderos cristianos, nacidos de nuevo, los cristianos regenerados nunca dirán: «Yo ya no soy cristiano.» ¡Eso sería absolutamente absurdo!

Así que, este hombre creía que Jesús era Dios y el Mesías, él puso su fe únicamente en Jesús, y nunca se apartaría de la verdad.  Por eso Jesús dijo: si no está contra nosotros, está a favor nuestro. Incluso cuando este hombre no seguía físicamente a Jesús entre los apóstoles, él  le seguía con su vida y sus acciones, este hombre era un verdadero creyente.

Practica para Hoy

Pediré al Señor que tenga misericordia de las personas que conozco que dicen haber sido cristianos, para que puedan llegar al conocimiento de Dios y ser verdaderamente salvos.

“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” (1 Juan 2: 19)

Una Nueva Visión Acerca De los Niños

Entonces surgió una disputa entre ellos sobre cuál de ellos sería el mayor. Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a él, y les dijo: «El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe al que me envió. Porque el que es más pequeño entre todos ustedes será grande. «(Lucas 9:46-48) (Para una mejor comprensión, he incluido información de Mateo y Marcos)

Los discípulos del Señor disputaban cuál de ellos sería el mayor en el reino de los cielos. Jesús tomó a un niño y lo puso entre ellos, luego lo sostuvo en sus brazos para responder a su pregunta. El niño no se resistió a la autoridad de Jesús sobre él, sino que se quedó donde Jesús quería que estuviera. Él fue humilde, sencillo y obediente a Cristo, este pequeño fue dócil en las manos del Maestro.

El Señor quiere que seamos humildes, sin pretensiones y obedientes como niños, como también Él es humilde de corazón. La humildad nos da, a los ojos de Dios, un valor incalculable. Si alguien hace un favor a un niño (o un humilde discípulo de Cristo), este  adquiere la dignidad de Cristo, porque es como si el favor se le hubiera hecho a Cristo. Puesto que Cristo tiene un valor inestimable a los ojos de Dios, el favor hecho a Cristo termina siendo ¡un favor hecho a Dios! Ese es el valor de una persona cuyo corazón es puro, dócil y humilde, ¡él de repente se vuelve increíblemente importante!

Los estándares de grandeza  de Dios se oponen directamente a los estándares de grandeza del mundo. Si queremos ser los primeros, entonces tendremos que ser los últimos, y los siervos de los demás, como Cristo. Él, siendo Dios, se humilló a sí mismo naciendo en un pesebre, y muriendo en la cruz por nosotros y Dios lo exaltó por encima de todo.

Hay grandeza en los niños pequeños, el Señor los ha bendecido con algo que los adultos necesitamos desesperadamente, la humildad. Dios quiere que los niños sean un recordatorio constante de su voluntad gloriosa para nosotros,que lleguemos a ser como Cristo. Sé que, después de saber lo que el Señor espera de mí, nunca volveré a ver a los niños pequeños de la misma forma, ¿y tú?

Practica para Hoy  

Le pediré al Señor que me haga una persona humilde, para su gloria

“Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.” (Salmos 19:13)

Quitando El Velo

Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras. Cuando el Señor profetizó su crucifixión los discípulos no entendían por qué tenía que morir, porque les estaba oculto para que ellos no lo percibieran (Lucas 9: 43-45)

Después de su crucifixión, el Señor se les apareció y les mostró sus manos y sus pies, para que creyeran que El había resucitado. Después les abrió el entendimiento para que comprendiesen lo que había sido profetizado: que el Mesías tenía que padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre seria predicado el arrepentimiento y perdón de pecados. (Lucas 24: 36-49)

Vemos que antes no habían podido comprender pero ahora sí, porque Jesús quitó el velo de sus corazones. Cuando las personas dicen conocer a Jesús, pero no pueden entender la Biblia, debe ser una señal de advertencia para ellos. Toda persona que ha creído en Jesús para su salvación, debería ser capaz de entender la Biblia, porque incluso en la actualidad Cristo quita el velo de nosotros, para que podamos entender sus palabras. “Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.” (2 Corintios 3:14-16) Por supuesto, que inmediatamente después de nuestra experiencia de salvación no nos convertiremos súbitamente en  teólogos, sino que a través del estudio regular de la Biblia, seremos capaces de entender y aplicar más y más las verdades espirituales de la Biblia a nuestras vidas.

No es suficiente saber que Jesús es el Salvador, Él tiene que ser nuestro Salvador. La diferencia entre ser salvo o no, reside en confiar única y exclusivamente en Jesús para nuestra salvación. Tratar de obtener salvación haciendo buenas obras y creyendo en Jesús, o  hablando en lenguas y creyendo en Jesús, o adorando a los santos junto con Jesús no nos salvara, porque la salvación es por gracia solamente, no por obras y es exclusivamente la obra de Cristo y de nadie más.

¿Ya has confiado ya en Cristo como tu único Salvador? ¡Alabado sea Dios! Él ha quitado el velo, y puedes regocijarte en sus verdades. ¿Eres tú de los que no logran comprender las verdades espirituales de la Biblia? Revisa tu experiencia de salvación y confía únicamente en Jesús, entrégale tu vida hoy mismo.

Practica para Hoy

Le pediré a mi Salvador que me muestre más y más verdades para que pueda ser transformado y conformado a Su imagen.

Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. (2 Cor 3: 16-17)

Como Se Ve La Verdadera Fe

Cuando los cristianos hablamos acerca de tener fe en Dios, a veces no tomamos en cuenta que para muchas personas la fe es algo misterioso y abstracto. Cuando no hemos visto la fe en acción, suponemos que la fe es algo que tenemos que adquirir, acumular y almacenar dentro de nosotros y que algunas personas lo tienen y otras no.

El hecho es que la Fe de la que habla la Biblia no es una fuerza que almacenamos dentro de nosotros (como en la película «Star Wars») ni es una esperanza o un deseo. Fe significa simplemente confiar.

Cada vez que abrimos la Biblia y aprendemos una promesa o un atributo de Dios, por ejemplo «Dios es amor» tenemos que decidir, «¿Confío en la Biblia cuando dice que Dios me ama?» Cuando respondemos que sí a esta pregunta, hemos puesto nuestra fe en el amor de Dios, y eso nos da una sensación de tranquilidad. Si nuestra fe es real, la próxima vez que estamos en problemas, clamamos a Dios por ayuda porque sabemos que nos ama, por lo tanto, sabemos que Él nos va a ayudar cualquiera que sea nuestra situación. Eso nos da una sensación de paz, porque estamos confiando en El.  Este tipo de fe o confianza, agrada a Dios.

Antes yo pensaba que la verdadera fe sólo se podía encontrar en la Biblia. Pensaba que la gente como Daniel, David o Job eran grandes ejemplos de fe, pero que esa clase de fe ya no existía. Entonces leí la biografía del misionero George Müller.

George Müller nació en Prusia en 1805. Él era un hombre de gran fe. Después de su conversión, decidió mostrar al mundo que «Dios sigue siendo el Dios viviente, y que del mismo modo que lo hizo hace miles de años, Él escucha las oraciones de sus hijos en la actualidad, y ayuda a aquellos que confían en Él.”  Él cumplió su misión con la apertura de cinco casas de huérfanos, sirviendo a 2050 niños indigentes exclusivamente por fe en los atributos de Dios y sus promesas contenidas en la Biblia. Decidió no pedir nada a nadie sino al Señor, para que su gran poder, misericordia y amor hacia nosotros pudiera ser claramente visto por la gente de alrededor.

Demostró que Dios todavía responde a las oraciones de sus hijos cuando se hacen con fe. El siguiente extracto es parte del libro: » George Müller. Hombre de Fe y milagros.” Escribo esto para animarte a confiar en el Señor y basar toda tu vida en Sus promesas, George Müller lo hizo y el Señor nunca le fallo. Yo no soy una persona de gran fe, pero puedo dar testimonio de que también es cierto en mi vida, cada vez que he confiado en Dios, Él no me ha fallado. Lo que el Señor hizo por George Müller, lo puede hacer por ti y por mí:

A lo largo de toda su experiencia en la administración de los orfanatos, este siervo de Dios da testimonio de que ninguna comida, ni siquiera cuando estaba alimentando a 2,000 huérfanos diariamente por fe, llego más de media hora tarde. (Sin ninguna comida en el orfanato, ¡ellos oraban tres veces al día para recibirla!)

Este misionero tenía un cuaderno en el cual registraba sus oraciones. En una página escribía la petición y la fecha, y en la página siguiente, la fecha de la respuesta. Recomendaba  esta forma a otros creyentes que deseaban ver los resultados concretos de sus oraciones. Así, no hay lugar a conjeturas en cuanto a cuando Dios contesta las oraciones.

George Müller testificó que en su vida cincuenta mil oraciones específicas le fueron contestadas por el Señor, y ¡hasta cinco mil de ellas le fueron contestadas el mismo día que las hizo!

Su congregación le había prometido $ 275 libras al año las cuales el no acepto, deseando vivir únicamente por fe en lo que Dios quisiera proveerle. Por medio de una vida de confianza, el Sr. Müller recibió aproximadamente $ 600 por año de parte de Dios. Él dijo: “Permanezco en esta mi libertad. Mi Señor no está limitado, sino que puede proveer… y por lo tanto esta forma de vida, lejos de conducir a la ansiedad, en cuanto a la necesidad futura, es más bien una forma de protegerme de ella.”

Cerca del final de su vida, el Sr. Müller afirmó que él había leído la Biblia completa aproximadamente 200 veces, cien de las cuales la había leído mientras oraba arrodillado. Cada vez que encontraba una promesa de Dios en la Biblia, experimentaba la verdad de ella en su vida cotidiana. Aprendió a creer lo que leía y a actuar en consecuencia. El extraía la verdad religiosa, no de los libros de fabricación humana, sino de Dios a través de la inspiración divina, y lo que leía, lo vivía.

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